miércoles, 28 de octubre de 2009

Goles Olímpicos

El Domingo pasado, Barrilete Cósmico convirtió su único tanto, que a la postre fue el del triunfo, a través de un gol olímpico. El autor del corner fue su gran goleador, El Dr. Cristian.

En la redacción nos formulamos la siguiente pregunta: porqué se llama olímpico un gol convertido por ejecución de un corner? Por supuesto, luego de varias respuestas estúpidas, acordes al coeficiente intelectual de los periodistas deportivos que integran este staff (y en general coincide con el de los demás periodistas deportivos), intentamos resolver esta cuestión.

Para ello acudimos a cientos de libros, y ahora sí podemos aclarar el punto.

Se llamó así porque el tanto se lo convirtió el delantero argentino apellidado Onzari a Uruguay, que venía de ganar los Juegos Olímpicos. Se jugó en Sportivo Barracas. Los hinchas locales, deslumbrados por este extraño gol convertido por Onzari, bautizaron al mismo como el "gol olímpico", por haber sido convertido a los campeones olímpicos.

Hace 85 años, más de 30.000 personas fueron testigos de un hecho que se transformó en un hito del fútbol argentino y mundial. Cesáreo Onzari, un puntero izquierdo que jugaba en Huracán, señaló un gol directo desde el tiro de esquina. Fue en un amistoso de Argentina frente a Uruguay, flamante campeón olímpico (olimpíadas de París, 1924). La novedosa conquista dejó huella y, desde entonces, cada gol convertido como "Onzari a los olímpicos" pasó a denominarse en toda América y en algunos países de Europa gol olímpico.

El clásico rioplatense acrecentó su fama luego de la consagración de Uruguay en los Juegos Olímpicos de París. Apenas llegaron los olímpicos a Montevideo, se organizaron dos amistosos con Argentina. El primero se jugó el 21 de setiembre en Montevideo y finalizó 1-1. Una semana después se disputó la revancha en Buenos Aires. La cancha fue la de Sportivo Barracas, que tenía capacidad para 40.000 espectadores. Pero la expectativa del encuentro superó todos los cálculos: se vendieron 42.000 entradas (35.000 populares a $ 1 y 7.000 plateas a $ 3). Sumando los invitados, los socios y los colados, ese día hubo 52.000 personas para La Nación y casi 60.000 para La Razón. El partido se inició con mucho público al borde de la línea lateral. Apenas iban cuatro minutos cuando el árbitro uruguayo Ricardo Vallarino decidió suspender el partido. Hubo incidentes y algunos heridos. Un bochorno.

Se logró organizar la revancha para el jueves 2 de octubre y se tomaron varias medidas. Entre ellas, cercar el campo de juego con un alambrado de un metro y medio de alto. Si bien ya existían varias canchas cercadas en el país y en Montevideo, desde entonces pasó a llamarse alambrado olímpico. Restringir la cantidad de entradas y aumentar el precio: se vendieron 15.000 populares a $ 2 y 5.000 plateas a $ 5. Y se estimó en 30.000 a los espectadores.

Onzari, a los 15 del primer tiempo, anotó el mítico gol. Igualó Cea a los 29 y Tarasconi aumentó a los ocho del segundo. Argentina ganó 2-1, pero el partido no terminó porque el equipo uruguayo se retiró faltando cuatro minutos.

La Razón le dedicó un párrafo especial asegurando que hacía 15 días se sabía de la nueva reglamentación y que "esta sanción se ha producido en una oportunidad propicia y que será recordada siempre".

Lo cierto es que la regla fue modificada por la International Board el 14 de junio de 1924. Y que, según aporta el historiador Jorge Gallego, el primer gol directo de córner se produjo el 21 de agosto en un partido de la Segunda de Escocia. Su autor, Billy Alston, no logró la trascendencia de Onzari. Nunca.

Ahora, podemos decir que los argentinos somos famosos por haber inventado el dulce de leche, la birome, el colectivo, y los goles olímpicos !!!

1 comentarios:

A las 11 de noviembre de 2009, 11:04 , Anonymous Anónimo ha dicho...

también inventamos el sistema dactilar (juan vucetich), y más cerca en el tiempo, los famosos piquetes.
Ariel Chinski

 

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