Increible relato de un Partido atípico

El D.T. de un equipo de un torneo interno de un club de la comunidad acostumbraba hacer que sus jugadores hicieran marca personal sobre los mejores jugadores de sus rivales. En su equipo, jugaban los mellizos Eduardo y Jorge Cohen, y entre ellos, solían cambiarse las funciones que se les asignaba (y sus camisetas, para que nadie sepa del cambio).
Cierta vez, les toco jugar contra otro equipo, que estaba integrado por los trillizos Daniel, Marcelo y Sergio Levin. Estos trillizos solían también realizar cambios, sin que nadie los note.

Por cierto, durante el partido, las parejas de marcas personales admitían seis formas distintas:

1) Eduardo y Daniel.
2) Eduardo y Marcelo.
3) Eduardo y Sergio.
4) Jorge y Daniel.
5) Jorge y Marcelo.
6) Jorge y Sergio.

No todas las parejas se daban del mismo modo. Jorge y Marcelo se reventaban a patadas. Eduardo y Sergio se respetaban. Marcelo y Eduardo nunca se marcaron entre sí. Jorge y Marcelo se amenazaban en cada jugada, pero Sergio y Jorge eran 2 verdaderos caballeros entre sí.
Ni los Cohen sospechaban de los Levin, ni los Levin de Los Cohen.

Luego del partido, intenté escribir los comentarios del mismo, pero apenas dejé media carilla, llena de tachaduras y rectificaciones.