SE VIVE COMO SE JUEGA

En la foto, Ameli y Tuzzio cuando eran amigos.




Los empresarios japoneses, que algo saben de negocios, insisten en jugar a algún deporte con sus posibles socios antes de firmar un contrato. No se trata de fanatismo por la vida sana. Los astutos nipones saben que los hombres son ellos mismos, sin máscaras, solo en situaciones límite...y a la hora de definir los porotos en un partido peleado. Es esa puja la que les permite detectar las señales típicas del desleal, el tramposo, el mezquino, o el voraz. Es verdad: se vive como se juega.

Si lo trasladamos a nuestras vidas y personas cercanas, deberíamos tomar nota de la cuestion planteada.

Solo debemos ver como se comportan quienes nos rodean en los deportes que compartimos, habitualmente, y sobretodo, en situaciones extremas. En la vida real, se comportarán obedeciendo a ese mismo patrón de conducta, para bien o para mal. El jugador o compañero desleal, seguramente lo será en la vida cotidiana, y viceversa.

Después, no digan que no les avisamos !!!