Hasta que edad se puede jugar al fútbol ?
Para responder esta cuestión, primero debemos hacer un poco de historia.
Para el ser humano convertirse en lo que hoy denominamos un adulto mayor fue durante mucho tiempo casi una meta inalcanzable. En el Imperio Romano la edad promedio era sólo de 23 años; en el Medioevo llegó a 35 y durante el siglo XIX subió a 44. En los países
desarrollados la situación comenzó a cambiar favorablemente en la
década de los 60 del siglo XX, en que la expectativa de vida llegó a
los 70 años, y actualmente se acerca a los 80.
En los términos entonces del imperio romano (promedio de edad 23 años), trasladados a las costumbres actuales, podríamos decir que una persona se casaba a los 13, a los 14 tenia su primer hijo, a los 17 se divorciaba, a los 20 los hijos lo mandaban al geriátrico, y finalmente moría de vejez a los 24. Y si en estos términos de tiempo, esa persona hubiera sido apasionado del fútbol ? seguramente, a los 16 no podría jugar mas luego de varias lesiones incurables, o quizás morían por un esguince de tobillo.
Que pasa hoy con nosotros, en el siglo 21, en el interno, en el master mas precisamente ?
Claramente, hay muchos que estamos (obvio nos incluimos) desafiando a las leyes de la naturaleza, jugando como si nada luego de los 40 pirulos. Lo cierto es que no queremos reconocer que terminó una etapa de nuestras vidas, nos negamos al paso del tiempo; sabemos de la finitud de la vida, y a los futboleros, dejar de jugarlo nos hace sentir mas cerca al final de la misma.
Por eso, desde esta modesta columna de opinión, solicitamos a las autoridades de la institución, la creación de un torneo denominado Supermaster, para mayores de 60 años, y que se podria jugar en alguna de las canchitas de Papi Futbol que estan al costado de la cancha 2 o la que esta detras de la 5 (ojo, 11 contra 11, o los que se junten)!!! seguro que muchos de los que hoy juegan al buraco, correran a inscribirse en este maravilloso torneo, a la vez que a los menores de 60, pero pasado los 40, nos da esperanzas de continuidad en el deporte que nos apasiona.
Nota: Dedicado a Alberto, quien hasta hace poquito tiempo nos acompañaba, junto a su fiel perrito, todos los Sabados en el Futbol Libre.
